De camino a Siem Reap

Frontera con vietnam, sol de narices, sentados en un banco Esteban, 3 suizos (no bollos, 3 personas de suiza) y yo.

Miles, nuestro guia, se acerca con cara de preocupacion y nos dice que la caja de cerveza que ha dejado en el paso fronterizo no ha sido suficiente, no podemos pasar (digase con voz de gandalf, baston en alto).

Tanto los suizos como nosotros permanecemos inmutables, aunque por dentro se nos hiela la sangre, y le decimos que lo solucione, ya que posiblemente lo unico que quiera es llevarse una pequenya comision metiendo algo de miedo.

Seguimos impasibles, Miles se da la vuelta y va a ver "que se puede hacer". 15 minutos despues, su cara ha cambiado, ya no parece haber ningun problema con los visados, asi que padentro.

Mas rio, mas barco y mas fotos, el paisaje ha cambiado bastante; Ya no se ven altas palmeras sino hierba y de vez en cuando alguna vaca, con las costillas marcadisimas eso si.

Llegamos a la orilla, bajamos del barco y nos meten en una mercedes vito del anyo de la tana con destino a phnom penh. Iba a ser 1 hora y media larga, viendo como el conductor recogia por el camino a todo el que podia, y pitaba a todo bicho viviente, tuviera razon o no, el pitaba; Vivimos en nuestras carnes adelantamientos triples, adelantamientos en los que la gente que venia de frente tenia que echarse al arcen para no ostiarnos... en fin, algo mitico, pero nada comparado con lo que viviriamos horas despues.

Llegamos a Phom Penh, una ciudad de la que no fiarse, por lo que habiamos leido en las guias, ya que es de las mas peligrosas de Asia.
Poco que contar, la fragoneta nos deja en la misma esquina donde cogemos el autobus hacia Siem Reap, un autobus no demasiado viejo, con el aire acondicionado a todo lo que daba (tuvimos que ir con el forro polar todo el camino) y con lo que parecia ser la MTV local puesta, que sufrimos hasta que se termino el DVD.

Y como en la cancion, nos dieron las 3 y las 4, y las 5 y las 6; Salimos de Phom Penh a las 15;30 aprox y marcaban las 20:30 tambien aprox cuando llegabamos a Siemp Reap. El camino habia sido duro, hacer el loco con una fragoneta esta bien, pero ver como lo hace el conductor del autocar es una experiencia que no deseo repetir... Ya colgaremos videos, porque no se puede describir con palabras.

Poco que destacar del viaje, sudokus, pasatiempos, dolor de culo y mucho frio, pero bueno, lo que ibamos a ver merecio la pena.

Siguiente capitulo, Ankor Wat, IMPRESIONANTE.

Salu2
David

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